¿Quién hereda en caso de renuncia a la herencia?

En el contexto de una renuncia a la herencia, los activos que originalmente hubieran sido heredados por la persona que renuncia podrían ser transferidos a otras personas según lo establecido por la ley de sucesión o a través de un testamento. En caso de que no exista un testamento válido o ninguna otra persona esté dispuesta o legalmente capacitada para heredar, los activos podrían pasar a manos del Estado.

Es fundamental tener en cuenta que las leyes de sucesión pueden variar dependiendo del país y el estado correspondiente, por lo tanto, es recomendable buscar el asesoramiento de un abogado experto en herencias para obtener información detallada acerca de la renuncia a la herencia en una situación específica. Es aconsejable siempre buscar la orientación de un abogado de su localidad.

En España, si se rige por el Derecho Común y se decide renunciar a la herencia, la porción renunciada se distribuirá entre los demás herederos que tengan el mismo vínculo de parentesco con el fallecido. Si los herederos de ese mismo grado también renuncian, entonces los activos pasarán a sus descendientes o hijos, y así sucesivamente.

Sin embargo, en caso de que exista un testamento, es necesario verificar si el testador designó a un sustituto, ya que en tal caso sería esa persona quien heredaría la porción renunciada. En caso de que no exista un sustituto designado, la porción del renunciante se distribuirá entre los demás herederos.

¿Quién hereda en caso de renuncia pura y simple?

En caso de una renuncia pura y simple a la herencia, los bienes que originalmente hubieran sido heredados por la persona que renuncia pueden ser transferidos a otras personas que estén dispuestas y legalmente capacitadas para recibirlos. En el derecho civil común español, la herencia se distribuye proporcionalmente entre los demás herederos de acuerdo con la ley y el testamento, donde los herederos pueden ser personas determinadas por las leyes de sucesión, otros parientes cercanos o incluso el estado, en caso de que no haya otras personas dispuestas a heredar.

Es fundamental tener en cuenta que las leyes de sucesión varían según el país y el Estado, y concretamente en España también pueden variar en función de la Comunidad Autónoma donde nos encontremos. Por consiguiente, se recomienda buscar el asesoramiento de un abogado para obtener información detallada sobre la renuncia a la herencia en un caso específico. 

El Código Civil Común de España establece que en el caso de la existencia de una renuncia pura y simple sin presencia de un testamento, heredarán en primer lugar los hijos y sus descendientes, luego los padres y ascendientes y, finalmente, los cónyuges y parientes colaterales.

Si todos los herederos renuncian, entonces el Estado se convertirá en el heredero.

En cuanto a los impuestos, cuando se renuncia de manera pura y simple a la herencia, la persona que renuncia no está obligada a tramitar ningún impuesto relacionado con sucesiones y plusvalías, ni a presentar ningún documento ante la Agencia Tributaria. Si se realizan las liquidaciones correspondientes, se presupone que se acepta la herencia en su totalidad, incluyendo activos y pasivos (bienes y deudas) de la herencia.

No obstante, es recomendable que la renuncia se realice ante notario para dejar constancia y, en caso de que la Agencia Tributaria lo notifique, contar con una prueba para eximirse de dichos impuestos.

¿Y si renuncia a favor de una persona concreta?

En España, en el caso de herencias de descendientes, se aplica el principio de «herencia por estirpe». Esto significa que si una persona fallece y tiene varios hijos, pero uno de ellos ha fallecido, la herencia correspondiente al hijo fallecido pasará a sus hijos, es decir, los nietos del fallecido. Los nietos heredarán la parte proporcional que le correspondería a su padre fallecido.

Este proceso se conoce como «adición» y funciona de manera distinta dependiendo de si el fallecido ha dejado un testamento o no.

En el caso de las declaraciones testamentarias, el testador tiene la posibilidad de designar un sustituto, es decir, una persona que heredará en lugar de aquella que renuncia a la herencia.

¿Y si, además, no hay testamento? 

En cambio, en las declaraciones ab intestatio (sin testamento), el derecho de adición solo surge cuando no se aplica el poder de representación, y se seguirán las reglas de la herencia por estirpe. Esto significa que los nietos heredarán la parte proporcional que le correspondía a su padre fallecido, de acuerdo con las normas de sucesión establecidas por la ley.

¿Cómo se distribuye una herencia?

En España, la distribución de una herencia se realiza de acuerdo con las leyes de sucesión y las disposiciones testamentarias, en caso de existir. En ausencia de un testamento, la distribución de la herencia se rige por las leyes de sucesión establecidas en el Código Civil español.

Según el Código Civil español, los herederos legales son los descendientes, el cónyuge viudo y, en ausencia de ellos, los ascendientes. La herencia se distribuye por partes iguales entre los herederos legales.

No obstante, es posible que una persona haya realizado disposiciones testamentarias que modifiquen la distribución de su herencia. En este caso, la distribución se lleva a cabo de acuerdo con las disposiciones establecidas en el testamento.

Es importante tener en cuenta que el artículo 807 del Código Civil establece una limitación para el testador. Se trata de limitar que al menos dos tercios del total de la herencia (un tercio del patrimonio y un tercio de los bienes) sean destinados a los herederos forzosos, mientras que el tercio restante puede destinarse a legados o mejorar a herederos. 

Es relevante mencionar que algunos municipios españoles, como el País Vasco, Aragón, Cataluña y Navarra, aplican legislaciones ligeramente diferentes en cuanto a la división de las herencias.

Además, es recomendable consultar a un abogado especializado en derecho de sucesiones para obtener información precisa sobre la distribución de una herencia en España, ya que las leyes de sucesión pueden ser complejas y estar sujetas a cambios. Del mismo modo, es aconsejable acudir a los mismos profesionales para realizar todo el trámite administrativo de una sucesión.